lunes, 4 de abril de 2011

NARRACIÓN FICTICIA SOBRE UN PERSONAJE DE LA REVOLUCIÓN


NARRATIVA
FRANCISCO I. MADERO, EL SOÑADOR DE UN MUNDO JUSTO CON LIBERTAD E IGUALDAD.
Francisco I. Madero Esta figura que promulga un movimiento democrático para alcanzar la libertad, contrasta con el contexto impregnado de la barbarie por la lucha del poder. El dibujo del revolucionario de la democracia y, el sueño quebrantado del político.
Convencido de lograr el éxito: convocó a una contienda política de partido para que en ello se restaurara los principios republicanos; él de los principios de no reelección y sufragio efectivo; él que consideró que derrocado el dictador, las fuerzas revolucionarias licenciadas y un gobierno interino se iría por el camino de la democracia, del ejercicio constitucional y lo legal; el error lo tejió con seguridad, considerar que el trato de iguales a los vencidos era un trato de caballeros en la política.
Hasta dónde llegaba el sueño de Madero, cuáles eran sus lecciones cívicas que él contemplaba, era acaso ese recibimiento del pueblo y la euforia de sentirse abrazado por miles de manos que lo aclamaban como libertador del régimen despiadado de Porfirio Díaz.
Un político que habla con la verdad, que pacta como caballero, que no le atrae las adulaciones y considera que el poder no es magnificar lo individual, sino humanizar la política, donde el corazón le dé nutrientes para luchar por el bien de todos, el creyente en elecciones libres, en la libertad como esencia de la democracia, eso es creación de un sueño.
Así la figura de Madero resplandece en ese paisaje político donde la batalla se define en el extremo de las traiciones y el olvido de un gobierno constitucional. Su muerte marcó esa definición de política y el poder ¿queremos otro Madero en la presidencia? ¿Otro mártir? ¿Otro ingenuo en política? ¿Otro místico? La ingenuidad y el respeto a lo pactado no es naturaleza del juego político, o su batalla era en una sociedad que no estaba configurada con ciudadanos, y esto es premisa para reconocer sus derechos y delimitar sus intereses, lo que es considerable es su revolución política y sus fines para despertar la conciencia política que forma ciudadanos.
Luchador incansable sus ideales muy buenos; lastima que cuando llego al poder no pudo lograr lo que pretendía ya que querían el cambio rápido y se desesperaron cuando no recibieron rápidamente lo que pretendían nuestros personajes de la revolución.
¡Gracias madero fuiste un luchador incomprendido por tus traidores!
¡VIVA MADERO! ¡VIVA SU CAUSA!
NOTA: Así el texto puede reconocer e interpretar  al: mártir, rebelde, defensor, constitucionalista, traidor, al aparente luchador, al incansable y al opositor que da término a una revolución.

                                                               





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